Escrito por Dra. Amelia Ulldemolins
Miércoles 22 de Enero de 2014 12:28 - Ultima actualización Viernes 24 de Enero de 2014 09:24
La aparición en el mercado farmacéutico de nuevos productos anticoagulantes, como alternativa a los fármacos antivitamina K tradicionales, plantean al urgenciólogo múltiples preguntas. A estas alturas, ya todos tenemos claro cómo actúan estos nuevos fármacos y sus indicaciones terapéuticas, pero todavía tenemos poca experiencia en su manejo en la práctica clínica, por lo que surgen numerosas situaciones que nos plantean dudas sobre cómo actuar en nuestro día a día en urgencias.
Este artículo está basado en los dos productos comercializados en España con indicación en prevención de eventos tromboembólicos en pacientes con fabricación auricular y factores de riesgo para el ictus: dabigatrán y rivaroxabán.

Preguntas frecuentes:

¿Cuál es la dosis diaria recomendada?

DABIGATRAN: La dosis recomendada de dabigatran es 150 mg cada 12 horas. En mayores de 80 años y pacientes en tratamiento con verapamilo, la dosis recomendada es la de 110 mg cada 12 horas, por el mayor riesgo de hemorragia en esta población.  En pacientes con riesgo hemorrágico elevado y riesgo embólico intermedio, tras cuidadosa deci- sión individual, también se recomienda la dosis de 110 mg cada 12 horas. Dado su rápido comienzo de acción, no es necesario plantear terapia puente con heparina como en los AVK.

RIVAROXABAN: La dosis recomendada de rivaroxaban es de 20 mg una vez al día, dosis máxima recomendada. No se requiere ajuste de dosis en los pacientes de edad avanzada ni en relación con el sexo o el peso corporal del paciente (< 50 kg y > 120 kg).

¿Se pueden emplear en pacientes con insuficiencia renal?

DABIGATRAN: Dado que el dabigatran se elimina por vía renal, la función renal debe ser evaluada en todos los pacientes antes de iniciar el tratamiento. En pacientes con edad avanzada (superior a 75 años) o en pacientes con insuficiencia renal, debe evaluarse la función renal como mínimo una vez al año. Si existe insuficiencia renal leve (aclaramiento de creatinina 50-80 ml/min) no es necesario ajustar la dosis; si existe insuficiencia renal moderada (ACr de 30 a 50 ml/min) la dosis recomendada de dabigatran es también de 150 mg cada 12 horas, sin embargo, en pacientes con alto riesgo de sangrado, se debe considerar una reducción de la dosis a 110 mg cada 12 horas; y si hay insuficiencia renal grave (ACr inferior a 30 ml/min) el tratamiento con dabigatran está con- traindicado.

RIVAROXABAN: Como medida de precaución, se recomienda la monitorización de la función renal al inicio del tratamiento y al menos una vez al año. Si existe insuficiencia renal leve (ACr de 50 a 80 ml/min): no se requiere ajuste de dosis; si existe insuficiencia renal moderada (ACr de 30 a 50 ml/min) o grave (ACr < 30 ml/min) se recomienda la dosis de 15mg una vez al día; y si hay insuficiencia renal grave: no se recomienda en pacientes con ACr < 15 ml/min.

¿Cómo actuar ante un olvido de dosis o en caso de vómito?

DABIGATRAN: Se puede tomar una dosis olvidada de dabigatran hasta 6 horas antes de la próxima dosis programada. A partir de 6 horas antes de la próxima dosis programada, se debe omitir la dosis olvidada. No se debe tomar dosis doble para compensar dosis individuales olvidadas. En caso de vómito, si se produce antes de las 6 horas y se observa el comprimido en el vómito, actuar según pauta de olvido de dosis.

RIVAROXABAN: Si se olvida una dosis, el paciente debe tomar inmediatamente el comprimido de rivaroxaban y seguir al día siguiente con la dosis de una vez al día recomendada. No debe duplicarse la dosis en el mismo día para compensar una dosis olvidada. Si el paciente vomita antes de las 4 horas de haber tomado el comprimido y se observa el comprimido en el vomito, hay que adminis- trar otro comprimido al paciente. Si hay duda, esperar 24 horas desde la última administración de rivaroxaban para administrar el siguiente comprimido. Se debe intensificar la educación del paciente y concienciarle de la importancia de un correcto cumplimiento del tratamiento. Debido a la vida media corta de dabigatran y rivaroxaban, la omisión de una o varias dosis puede implicar una insu- ficiente anticoagulación de forma más precoz que con la omisión de una dosis de fármacos AVK.

¿Tienen interacciones con alimentos?

DABIGATRAN: No existen interacciones con alimentos. Las cápsulas deben tragarse enteras con agua y con o sin alimentos, e indicar a los pacientes que no abran la cápsula debido a que el riesgo de hemorragia puede aumentar. Se recomienda la administración con alimentos para evitar síntomas dispépticos.

RIVAROXABAN: No existen interacciones con alimentos, y es recomendable su administración conjunta.

¿Tienen interacciones farmacológicas?

DABIGATRAN: Se debe monitorizar estrechamente la aparición de hemorragias y en el caso de pacientes con alto riesgo hemorrágico, valorar la reducción de dosis a 110 mg cada 12 horas. En pacientes que toman verapamilo, se debe reducir la dosis de dabigatran a 110 mg cada 12 horas y pueden administrarse juntos los dos fármacos aunque su administración con al menos 2 horas de diferencia, evita la interacción significativa. Dabigatran está contraindicado si se administra dronedarona, ketoconazol, itraconazol, ciclosporina y tacrolimus sistémicos, por el aumento significativo del riesgo hemorrágico. El ketoconazol por vía tópica no está con- traindicado. Puede reducirse el efecto anticoa- gulante de dabigatran en el uso concomitante con carbamacepina o fenitoína, y no se recomienda la administración con rifampicina o hierba de San Juan.

RIVAROXABAN: No se recomienda en pacientes que reciben tratamiento sistémico con antimicóticos azólicos (ketoconazol, itraconazol, vori- conazol y posiconazol) o inhibidores de la proteasa del VIH (ritonavir), por aumentar el riesgo hemorrágico. Dada la limitada información clínica disponible con dronedarona, debe evitarse su administración concomitante. No se recomienda tampoco su administración con carbamacepina, fenobarbital o fenitoína, ni rifampicina o hierba de San Juan, pues su efecto anticoagulante puede estar disminuido.

¿Cuáles son los principales efectos adversos?

DABIGATRAN: El acontecimiento adverso más frecuente es la dispepsia.

RIVAROXABAN: El efecto secundario más frecuente es la aparición de náuseas, y de forma poco frecuente artralgias, edemas, erupción cutánea, prurito, mareo, malestar general o astenia, todos de carácter leve. Los episodios hemorrágicos en mucosas y la anemia son las reacciones adversas más frecuentes. Los episodios hemorrágicos corresponden sobre todo a epistaxis, hemorragia gingival, gastrointestinal o genitourinaria.

¿Se requiere monitorización estricta de dabigatran/rivaroxaban?

A diferencia de los anticoagulantes orales AVK, en la práctica clínica no se requiere la monitorización de los parámetros de la coagulación durante el tratamiento con estos fármacos, debido a su farmacocinética predecible. Se puede considerar la mo- nitorización en pacientes con: complicaciones trombóticas o hemorrágicas durante el tratamiento, necesidad de reversión del efecto anticoagulante ante cirugía urgente o un procedimiento invasivo, pacientes con insuficiencia renal/hepática y riesgo de hemorragia, pacientes con pesos extremos y riesgo de hemorragia, sospecha de interacción medicamentosa con otros fármacos, y dudas sobre la correcta adherencia de un paciente al tratamiento.

¿Cómo se cambia de AVK a dabigatran/rivaroxaban?

DABIGATRAN: Los AVK deben suspenderse y se puede administrar dabigatran etexilato tan pronto como el INR sea inferior a 2.

RIVAROXABAN: Deberá interrumpirse el tratamiento con AVK e iniciarse el tratamiento con rivaroxaban cuando el valor del índice internacional normalizado (International Normalized ratio, INR) sea igual o inferior a 3.

Como regla general: si el INR es igual o inferior a 2, se puede hacer el cambio de forma automática, y empezar ese mismo día con el nuevo fármaco; si el INR se encuentra entre 2 y 3, comenzar el tratamiento con rivaroxaban, al día siguiente de la finalización del AVK y esperar 48 horas para el inicio de dabigatran; y si el INR es inferior a 3, se suspende el AVK y se debe monitorizar el INR cada 24-48 horas y comenzar el tratamiento cuando el INR sea inferior a 2 o 3 dependiendo de si el nuevo fármaco es dabigatran o rivaroxaban.

¿Cómo se cambia de dabigatran/rivaroxaban a AVK?

DABIGATRAN: Se debe ajustar el tiempo de acción del AVK en función del ACr. Si el ACr >50 ml/min, iniciar AVK 3 días (warfarina) o 2 días (acenocumarol) antes de suspender dabigatran; y si el ACr >30 y < 50 ml/min, iniciar AVK 2 días antes de suspender da- bigatran (warfarina) o 1 día (acenocumarol).

RIVAROXABAN: Los AVK deben administrarse simultáneamente hasta que el índice internacional normalizado (INR) sea igual o superior a 2. Durante los dos primeros días del período de cambio, se utilizará la dosis inicial estándar de AVK en función de los resultados del INR. El INR debe determinarse a partir de las 24 horas de la toma del rivaroxaban y siempre antes de la siguiente dosis. Una vez interrumpido el tratamiento con rivaroxaban, el INR puede determinarse con fiabilidad pasadas 24 horas de la última dosis.

¿Cómo se cambia de dabigatran/rivaroxaban a un anticoagulante parenteral?

DABIGATRAN: Se recomienda esperar 12 horas después de la última dosis.

RIVAROXABAN: La primera dosis de anticoagulante parenteral debe administrase en el momento en que se tomaría la siguiente dosis de rivaroxaban.

¿Cómo se cambia de anticoagulantes parenterales a dabigatran/rivaroxaban?

Se debe iniciar el tratamiento con dabigatran/rivaroxaban 2 horas antes del horario previsto para administrar la siguiente dosis programada del anticoagulante parenteral. En caso de tratamientos continuos como la heparina no fraccionada (HNF), se debe iniciar en el momento de la suspensión de la infusión.

¿Se puede calcular el riesgo hemorrágico de un paciente en tratamiento con dabigatran/rivaroxaban?

DABIGATRAN: El tiempo de tromboplastina parcial activado (TTPa) es un test ampliamente disponible y proporciona una indicación aproximada de la intensidad de la anticoagulación con dabigatran, no cuantitativa, pero sí cualitativa. Puede ser útil para ayudar a determinar un exceso de actividad anticoagulante. Así un TTPa superior a 80 segundos, antes de la administración de la siguiente do- sis, está asociado con un riesgo más elevado de hemorragia, y un TTPa inferior a 30 segundos indica ausencia de actividad anticoagulante.

El tiempo de protrombina (TP) no debe utilizarse para medir el efecto anticoagulante de dabigatran por su escasa sensibilidad.

El tiempo de trombina (TT) representa también la actividad de los inhibidores directos de la trombina y un valor normal indica que no hay efecto anticoagulante. El tiempo de coagulación con ecarina (TCE) proporciona una medición directa de la actividad de los inhibidores directos de la trombina. Así, un TCE 2-3 veces superior, en comparación con niveles normales antes de la siguiente dosis, se asocia a un mayor riesgo de hemorragia. No se encuentra disponible en la mayoría de los centros. Ambas pruebas, TCE y TT, muestran diferencias importantes entre laboratorios debido a la ausencia de estandarización.

De forma más específica, el ensayo del inhibidor de la trombina Hemoclot® (TTd), prueba del tiempo de trombina diluida calibrado específicamente para dabigatran, es el test que identifica a los pacientes con mayor riesgo hemorrágico de forma más precisa, sensible y robusta. Mide la concentración de dabigatran y existe una relación lineal directa entre ésta y el tiempo de coagulación: si es superior a 200 ng/ml de concentración plasmática de dabigatran (60 segundos) antes de la siguiente dosis a administrar o 12 horas tras la ingesta del último comprimido (valle), se asocia a un mayor riesgo de sangrado; si es inferior a 48 ng/ml (valor normal del TTd) indica que no hay un efecto anticoagulante clínicamente relevante de dabigatran. Se realiza de forma no rutinaria, sólo ante sangrado grave o cirugía urgente y sólo está disponible actualmente en algunos laboratorio con fines de investigación.

En situaciones de emergencia, el TTPa y el TT son los métodos más eficaces para determinar la presencia o ausencia del efecto anticoagulante en los pacientes tratados con dabigatran.

RIVAROXABAN: El TP es dosis-dependiente con una estrecha correlación con las concentraciones plasmáticas. No resulta útil para la medición de concentraciones bajas de rivaroxaban, su utilidad es mayor para detectar niveles pico que para niveles valle del fármaco. Dado que el cálculo del INR convencional empleando el índice de sensibilidad de cada tromboplastina (ISI) aumenta la variabilidad, el INR no es un parámetro adecuado para la monitorización del tratamiento. Actual- mente, se trabaja en desarrollar la estandarización de un ISI específico, diferente al utilizado para los AVK, de forma que se pudiera calcular un INR que minimizara la variabilidad entre tromboplastinas.

El TTPa también se prolonga de forma dosis- dependiente; sin embargo, no se recomienda para la evaluación del efecto del rivaroxaban, ya que se requieren grandes incrementos en la concentración plasmática del fármaco para observar pequeñas prolongaciones del TTPa (escasa sensibilidad).

Los test de medición de la actividad anti-factor Xa mediante métodos cromogénicos parecen ofrecer más sensibilidad y precisión que el TP y, por definición, debería ser los de elección. Existen algunos tests comercializados en España, sin embargo, actualmente, no se dispone de un patrón para la calibración por lo que se debe seguir trabajando en su estandarización.

De forma global, es fundamental considerar el tiempo transcurrido desde la última dosis del fármaco para la interpretación de los resultados y a la espera de nuevos resultados de los test en estudio, el TCE para dabigatran y el TP para rivaroxa- ban son los que deben ser recomendados con un grado de evidencia C.

¿Y si el paciente acude a urgencias por sangrado?

DABIGATRAN: No existe antídoto específico para dabigatran, pero la abstención de una o dos dosis puede ser suficiente para restaurar una coagulación adecuada, pues dada su vida media corta, sus efectos hemorrágicos desaparecen en 6 horas. En primer lugar lo más importante es establecer la gravedad de la hemorragia: leve, moderada y grave (riesgo vital), y su localización. Se considera hemorragia moderada la reducción de hemoglobina (Hb) superior a 20 g/l, transfusión superior a 2 UI de concentrado de hematíes, hemorragia en un área u órgano crítico. Por otro lado, se consideraría la hemorragia grave la hemorragia intracraneal, la reducción de Hb superior a 50 g/l, transfusión de más de 4 UI de concentrado de hematíes, hipotensión que requiere agentes inotrópico, y la hemorragia que requiere cirugía de urgencia.

La conducta a seguir será similar a la de sangrados en pacientes en tratamiento con dicumarínicos excepto la administración de vitamina K. Así, las recomendaciones según el grado de hemorragia serán:

? Hemorragia leve. La reducción de dosis o la supresión de dosis siguiente por su vida media corta puede ser suficiente. Valorar suspender el tratamiento a largo plazo. En caso de epíxtasis o gingivorragias, que suelen ser muy molestas para el paciente, son especialmente útiles los antifibrinolíticos tópicos.

? Hemorragia moderada: Suprimir la siguiente dosis y poner en marcha las medidas clásicas de control hemorrágico: tratamiento sintomático, compresión mecánica, ácido tranexáminico 15-30 mg/kg + infusión continua 1 mg/kg/h, intervención quirúrgica, reposición de volumen y soporte hemodinámico, transfusión de hemoderivados (plaquetas si hay trombocitopenia o uso de aspirina o clopidogrel), carbón activado por vía oral (si la ingestión de dabigatran se ha producido en menos de 2 horas antes), y forzar la diuresis dado que la eliminación se realiza principalmente por vía renal.

? Hemorragia grave: Se recomienda en primer lugar la administración de complejo protrombínico (CP) 15-50 UI/kg, antes que plasma fresco congelado (PFC) 10-20 ml/kg, para la reversión del efecto anticoagulante en la hemorragia grave o hemorragia intracraneal. Se debe considerar el uso de concentrado de complejo protrombínico (CCP), aunque sólo Feiba® (CCP activado que contiene factores no activados I, IX, X, y el factor VII activado) en dosis bajas y en un pequeño estudio ha mostrado efectividad para la reversión de dabigatran (y es efectivo también para rivaroxaban), y facilitar la generación de trombina. Este CP sólo se halla disponible para su empleo en centros de hemofilia y su coste es muy elevado. Como alternativas, se pueden usar el factor VII recombinante activado (r-FVIIa), en uso compasivo y teniendo en cuenta el riesgo de trombosis arterial, y la hemoperfusión con filtro de carbón activado (no se dispone de experiencia clínica suficiente) o bien la hemodiálisis. Estas recomendaciones se basan solamente en datos limitados de es- tudios en voluntarios sanos, ya que no existe experiencia amplia en pacientes más allá de los datos obtenidos del RE-LY. Si es necesario mantener anticoagulación, se deberá administrar heparina de bajo peso molecular.

RIVAROXABAN: Teniendo en cuenta que rivaroxaban tiene una semivida de eliminación de entre 5 y 13 horas, se puede calcular que a partir de las 6 horas comienzan a disminuir los efectos hemorrágicos.

? Hemorragia leve: se deberá retrasar la siguiente dosis de rivaroxaban o interrumpir el tratamiento si se considera conveniente.

? Hemorragia moderada grave: se debe aplicar el tratamiento sintomático adecuado, como la compresión mecánica, ácido tranexáminico, 15-30 mg/kg + infusión continua 1 mg/kg/h, hemostasia quirúrgica con procedimientos de control de la hemorragia, reemplazo de fluidos y apoyo hemodinámico con transfusión de hemoderivados (concentrado de hematíes o PFC, dependiendo de la anemia o la coagulopatía asociadas o bien plaquetas).

? Hemorragia incontrolable o con riesgo vital: administración de un agente procoagulante para revertir el efecto, como el CCP, en concreto Co- fact® (CCP no activado con factores II, VII, IX y X) que normaliza los test de coagulación para rivaroxaban, sin respuesta para dabigatran39 y en dosis de 50 UI/kg, CCPa o r-FVIIa.

Rivaroxaban no es dializable, debido a su elevada fijación a las proteínas plasmáticas. El sulfato de protamina y la vitamina K no son efectivos y no hay experiencia con antifibrinolíticos (ácido tranexámico, ácido aminocaproico).

¿Cómo retirar dabigatran/ rivaroxaban antes de una cirugía programada?

DABIGATRAN: Si la función renal es superior a 80 ml/min (semivida 13 horas), se debe retirar 24 horas antes (2 dosis) si la cirugía es estándar y 2 días antes si es alto el riesgo de sangrado o cirugía mayor. Si la función renal está entre 50 y 80 ml/min (semivida 15 horas), se debe retirar 1-2 días antes si la cirugía es estándar y 2-3 días antes si alto riesgo de sangrado o cirugía mayor. Si la función renal está entre 30 y 50 ml/min (semivida 18 horas), se debe retirar 2-3 días antes (> 48 horas) si la cirugía es estándar y 4 días antes si es alto el riesgo de sangrado o cirugía mayor.  El corto periodo de suspensión previo a la cirugía no requiere, en principio, terapia puente con heparina o heparina de bajo peso molecular. En el postoperatorio, debe reiniciarse el tratamiento con dabigatran tan pronto como se consiga la hemostasia completa. En procedimientos de bajo riesgo de hemorragia, como la endoscopia diagnóstica, el cateterismo cardiaco, cirugía ortopédica menor, es suficiente con suspender un día el tratamiento, y puede ser suficiente suspender sólo la dosis de la noche. En extracciones de pieza dental única o biopsias no se debe suspender y se debe tomar el nuevo anticoagulante oral después (mayor riesgo trombótico que hemorrágico).

En cirugía urgente, intentar demorar al menos 12 horas la intervención después de la última dosis. Si la cirugía no se puede retrasar, valorar el riesgo hemorrágico frente a la urgencia de la intervención y evaluar la actividad anticoagulante mediante un test de laboratorio, bien sea Hemo- clot®, o si no es posible, mediante el TT o el TTPa y si la actividad anticoagulante es baja, puede rea- lizarse la intervención con bajo riesgo. En caso de que sea alta, plantear el tratamiento perioperatorio con CP activado o factor VII.

RIVAROXABAN: Si es necesario realizar un procedimiento invasivo o una intervención quirúrgica, se interrumpirá la administración de rivaroxaban al menos 24 horas antes de la intervención. En aquellas cirugías con un potencial riesgo de hemorragia elevado (por ejemplo, cirugía arterial) o en órganos de especial sensibilidad a la hemorragia (sistema nervioso central), y siempre según criterio clínico, puede ser aconsejable interrumpir la administración de rivaroxaban 48 horas antes de la cirugía. Se debe reiniciar el tra- tamiento lo más precozmente posible tras la intervención, siempre que la situación clínica lo permita (ausencia de complicaciones perioperatorias, adecuada ingesta oral) y que exista hemostasia adecuada. Un rango de 6-24 horas es suficiente- mente razonable y seguro. Si la intervención no puede retrasarse, se debe evaluar el riesgo hemorrágico frente a la urgencia de la intervención e intentar retrasarla hasta que hayan transcurrido al menos 12 horas de la última dosis de rivaroxaban. En caso de cirugía emergente, se puede plantear de forma individualizada el tratamiento periopera- torio con CP o con factor VII activado, aunque la experiencia clínica es muy limitada

¿Se puede realizar una punción lumbar?

DABIGATRAN: Dado el riesgo de hemorragia intradural es recomendable una espera de al menos 12 horas desde la última toma del fármaco o realizar un test de laboratorio antes de realizar una punción lumbar. Tras punción lumbar o retirada de catéter epi/intradural, conviene esperar un intervalo de al menos 6 horas antes de la administración de la primera dosis de dabigatran, y es recomendable esperar de 12-24 horas.

RIVAROXABAN: Cuando se realiza una punción lumbar en los pacientes tratados con rivaroxaban, existe el riesgo de presentar un hematoma epidural o medular, que puede causar parálisis a largo plazo. Se debe vigilar con frecuencia la presencia de signos y síntomas de trastorno neurológico. Si se observan deficiencias neurológicas, son necesarios el diagnóstico y tratamiento urgentes. Si se produce una punción lumbar traumática, la administración del rivaroxaban deberá retrasarse 24 horas

¿Puede realizarse cardioversión eléctrica?

DABIGATRAN: Dabigatran es una alternativa viable a los dicumarínicos para la prevención del ictus en la cardioversión electiva. No es necesario, por tanto, cambiar el tratamiento con dabigatran en caso de programarse una cardioversión eléctrica, su empleo está recomendado según las guía comopage11image536.png ¬ alternativa a la pauta de anticoagulación tradicional con dicumarínicos, al proporcionar una correcta protección sin necesidad de controles del INR. La pauta de tratamiento coincide con la pauta tradicional de 3 semanas previas a la cardioversión y un mínimo de 4 semanas posteriores o bien en tratamiento crónico si riesgo embólico elevado, y siempre se debe asegurar un correcto cumplimiento del tratamiento anticoagulante pericardioversión. En caso de tomar 110 mg/12 h, quizás sea prudente aumentar la dosis durante unos días a 150 mg/12 h.

RIVAROXABAN: En el estudio ROCKET-AF18 un número escaso de pacientes se sometió a cardioversión eléctrica, pues la cardioversión programada era criterio de exclusión, de ahí que la utilidad de rivaroxaban para la prevención del ictus y embolismo sistémico tras la cardioversión es desconocida en el momento actual.

¿Cómo actuar en caso de sobredosis?

DABIGATRAN: No existe ningún antídoto específico para dabigatran aunque se encuentra en fase de desarrollo un anticuerpo monoclonal específico que en estudios de fase I alcanza la reversión completa de su efecto anticoagulante Ante la sospecha de sobredosis (accidental o voluntaria) con dabigatran, debe determinarse el tiempo transcurrido desde la ingesta, la existencia de sangrado y la actividad anticoagulante mediante un test de laboratorio. En los casos leves y con ingesta reciente, el carbón activado puede reducir la absorción del fármaco, siempre administrado en las dos primeras horas tras la sobredosis. También es importante potenciar la diuresis debido a su eliminación principal por vía renal. Dabigatran es un fármaco potencialmente dializable por su baja unión a proteínas, aunque la experiencia clínica que demuestre la utilidad de esta actuación es limitada.

RIVAROXABAN: No existe un antídoto específico, aunque se encuentra en fase de desarrollo un anticuerpo monoclonal. Se puede considerar el uso de carbón activado para reducir la absorción en caso de sobredosis por rivaroxaban, hasta ocho horas después de la ingesta, pero esta recomendación no está basada en la evidencia. Se puede actuar según las siguientes recomendaciones:

? Si existe actividad excesiva y un alto riesgo de hemorragia o hemorragia franca, actuar como en el caso de hemorragia (carbón activado, hemostasia local, CP).

? En caso de no existir hemorragia y con un tiempo prolongado tras la ingesta: se debe adoptar una actitud expectante y mantener al paciente en observación durante 24 horas con estrecha vigilancia clínica hasta la eliminación del fármaco.

? En casos leves y con ingesta reciente puede ser suficiente la administración de carbón activado por vía oral y la observación clínica durante 12-24 horas.

Debido a su limitada absorción a dosis igual o superior a 50 mg, se espera un efecto techo sin un aumento posterior de la exposición plasmática media, lo que podría tener un cierto efecto protector.

¿Se puede asociar a antiagregantes tipo ácido acetilsalicílico (AAS) o clopidogrel?

DABIGATRAN: Si es necesaria su administración conjunta, se empleará la dosis reducida de dabigatran (110 mg cada 12 horas) pues siempre se incrementa el riesgo hemorrágico.

RIVAROXABAN: Debe tenerse precaución en el empleo concomitante con AINE, AAS, inhibidores de la agregación plaquetaria u otros antitrombóticos, pues se incrementa el riesgo hemorrágico pero se pueden asociar estos fármacos sin reducción de dosis.

¿Se puede emplear dabigatran/rivaroxaban en pacientes con prótesis valvulares cardiacas?

En el momento actual el tratamiento con dabigatran/rivaroxaban en pacientes con prótesis valvulares cardiacas está contrindicado, pues no se ha confirmado su eficacia y seguridad en este tipo de pacientes, aunque existen publicaciones en esta línea. Recientemente se ha dado a conocer el diseño del estudio RE-ALIGN, el primero que se realiza de forma específica para evaluar el anticoagulante oral dabigatran como alternativa terapéutica para su uso en pacientes portadores de prótesis valvular mecánica.

Fuente: http://ww2.castellon.san.gva.es/urgencias/index.php/novedades-en-medicina-de-urgencias/369-preguntas-frecuentes-en-nuevos-anticoagulantes